Fesibuk y yo

Cuando mi buena amiga AnaLy me invitó a unirme a facebook nunca imaginé lo que me esperaba. Supuestamente era una red social a través de la que yo podría compartir fotos y mantener el contacto con mis amigos...la idea es estupenda.

Desde hace unos meses, he recibido cerca de 2000 aplicaciones, que son unas herramientas que se instalan en tu perfil y con las que puedes mandarles cervezas virtuales a tus amigos, compartir música, escribir en el espacio de otra persona e incluso comprar mascotas humanas (si, mascotas humanas que suben de caché según la demanda).

A día de hoy, se que tengo un 63% de afinidad con algún amigo, que me gustan un 40% de las canciones de AnaLy, que Gemmi me ha votado como "my coolest friend" y que Kike quiere mear en mi muro. Y lo peor de todo es que estoy enganchada, enganchada a mirar todos los días si Maripuri es ahora amiga de Maripili, si AdR me ha lanzado un Ben & Jerrys virtual.

Gracias a mi adicción a facebook, he estado buscando internet en el desierto para ver si alguien había rellenado la aplicación iLikeness y para poder enviar canciones al superwall de Naranjito López.

Bueno, seguiría escribiendo pero casi que os voy a dejar, que C ha cambiado su foto de perfil y a Miguel le han mandado un beso y no me lo puedo perder.