jueves, 22 de mayo de 2008

La Pimiento

Hoy, mientras estaba en un atasco, he visto una furgoneta (de esas blancas grandes y con las ventanas tapadas) que tenía serigrafiada la siguiente perla poética:

"El gran amor de mi vida es La Pimiento y ella se muere por mis cojones"

Semejante declaración de amor (o de intenciones, según se mire) estaba firmada por "El trancas de Vallecas"

Miedito me da pensar por qué estaba esa furgoneta aparcada frente al hospital Gregorio Marañón...

Me llena de orgullo y satisfacción saberme vecina vallecana :-S

jueves, 15 de mayo de 2008

Ratona

- Me voy
- No digas tonterías, anda...

El aire se paró y se llevó su paz y la mía.

..............

- ¿Qué tal ratona?
- Estoy triste.Tendrías que ver en qué se ha convertido el mundo, nuestro mundo.
- Cura, sana, culito de rana, si no se cura hoy se curará mañana. Muacc
- Tienes razón, siempre tienes razón.
- Cuidate mucho, come bien y....¿por qué no vas a darte unos reflejitos cariño? con lo bonito que tienes el pelo, que ya quisieran muchas tener tu pelo...eres un desastre, no te cuidas nada!
- Si, ya voy....
- Adios cariño.
- Hasta luego

martes, 6 de mayo de 2008

Lo que no tiramos

Todos tenemos algo que va con nosotros a todos los lados y que no tiramos nunca. Si, esa chapa del Pryca del 83, el boli con el que hiciste el examen de selectividad o el póster de los New Kids on The Block que te regalaron con la edición número 800 del SuperPop.

Tengo una amiga que viaja siempre con una moneda de 5 pesetas de las de Franco que encontró en el piso que alquiló en Suecia en el 92, otra amiga, jamás tiraría una caja con las notitas que se tiraba con sus compañeros del cole ni tampoco se desharía de un lazo del pelo que no ha lavado desde el 84!!

Yo, que cuando viajo parezco una folclórica y toda su trouppe por la cantidad de cosas que llevo, siempre olvido llevar la pasta de dientes pero sin embargo, nunca me monto en un avión sin mis calcetines “de la suerte”, y no es por superstición, ni porque tengan triple airbag para que, en caso de colisión pueda partirme la crisma pero no pueda soportar torcerme los tobillos, sino por rutina, una rutina absurda…

Dicho esto, me voy a zurcir los calcetines, que tengo un viaje en puertas y creo que la última vez me pareció ver cómo el dedillo gordo hacía una aparición estelar cuando me quité los zapatos para disfrutar de un vuelo de diez horas!